Misión "frutas exóticas" en París. Cierto que estoy muy a gusto con los productos nacionales pero es lo que tiene esto de la globalización. Me he ido al barrio chino en busca del durian, una fruta ultra-codiciada entre los vegetal-fanáticos. En cuanto me he bajado del metro he encontrado un supermercado asiático que los vendía y con muy buena pinta. La mayoría vienen de Tailandia y la venden a precio de oro: 8,90 e/kg así que hay que tener realmente ganas (y pasta) para comprársela. Pero realmente vale la pena. Me lo he comido en un parquecillo que había al lado de la tienda y para colmo había solete. Tiene un sabor muy especial y una consistencia deliciosa. Además es una fruta grasa (como el aguacate) y te deja totalmente saciado. Lo he completado con un par de cocos (me ha costado un poco abrirlos con mi cuchillo, pero al final me lo he hecho). A todo esto, con el durian haces amigos. Primero, un hombre asiático me ha saludado muy cortés y ha añadido que "no es corriente ver a francesas comiendo esta fruta". En efecto, soy internacional. Luego se me ha acercado una mujer que me ha pedido amablemente las cortezas de la fruta porque era profesora de pintura y le servirían para sus clases. "Los deshechos de uno son el tesoro de otro", como dice mi vecino.
Went to the asian market today in Paris and had a great durian-coconut lunch. The one I bought was perfectly ripe and as soft as butter. Had some trouble opening the coconuts with my knife but finally was able to drink them. I found a small park with a fountain next to the market and got some sunshine as well. A woman asked for the skin for her painting classes and an asian man told me that "it is unusual to see french people eating this fruit"... well, I am international.